Tri-seguidores de este blog

lunes, 20 de febrero de 2012

MARATON DE SEVILLA 2012: UN SUEÑO HECHO REALIDAD. SE ME ACABAN LOS ADJETIVOS...(SEMANA 18/18)




Ha sido una quimera INALCANZABLE durante muchos años, una posibilidad LEJANA en los más recientes, un proyecto que me ha ILUSIONADO desde la última edición, el centro de los entrenamientos durante varios meses, un motivo para estar OBSESIONADO en las semanas que llevamos de 2012, una fuente de preocupaciones en todos y cada uno de los días previos, una cuenta atrás INTERMINABLE en las horas finales... Pero por fin llegó el momento y se cumplió con lo que se esperaba. Ya puedo decirlo, CONTENTO a todo el mundo, pero sobre todo repetírmelo a mí mismo: ¡SOY MARATONIANO!






La última semana ha sido muy COMPLICADA, por las molestias que no terminaban de desaparecer, por el estrés y la acumulación de trabajo que no me han permitido llegar tan RELAJADO como tenía previsto, con un amago de fiebre y de dolor de garganta que me tenían muy PREOCUPADO, menos mal que al leer que todos estábamos en una situación parecida me he sentido CONSOLADO pensando que son circunstancias normales, fruto de la tensión acumulada por la espera, el temor, la inseguridad...






Desde el punto de vista deportivo, muy poco que contar de la última semana: el lunes una llamada "CORTITA" de una hora a un servicio de atención al cliente me robó el tiempo que tenía reservado para entrenar; el martes un ensayo de correr sin las plantillas de la podóloga, ocho kilómetros por el parque muy bien de ritmo y CÓMODO de pies, pero con la espinilla echando humo, así que esa opción queda completamente descartada; el miércoles masaje de descarga en el fisio, que me descargó las piernas completamente, y el jueves y el viernes descanso de entrenos, que no de trabajar a tope.





Ya el sábado empezaba lo bueno: recojo a Óscar en Santa Justa, y nos vamos al estadio. Gracias a que llegamos temprano no tenemos que hacer cola para la recogida el dorsal, y tenemos tiempo de sobra de visitar los stands, todo muy bien ORGANIZADO. En uno de ellos, el de ADS, nos apuntamos a un sorteo de dorsales para el que será el primer medio IM de Sevilla, aún sin fecha confirmada. A ver si hay suerte, si no habrá que rascarse el bolsillo, que anda un poco ESCASO. Luego empezamos a encontrarnos a los primeros amigos: Matraca, Alberto y Antonio del Rábita Ruta, Abuelo Runner, Miguel  Mij-Mij, Antonio del Maratón Jerez.. Había por allí otros a los que no conocía, pero no había tiempo para charlar con todos. Tras una cerveza al sol en el bar del estadio (me dejé la chaqueta, menos mal que el Abuelo me la recogió), nos fuimos a Isla Mágica, a la comida de la pasta.  Buen ambiente, aunque con el volumen de los altavoces demasiado ALTO. Actuación en directo de Los Centellas, y Javier Cabrera haciendo de speaker-showman. Allí vi también a Ricardo y a Barroso, conocí por fin a Leo y también a Isidro y estuve un buen rato charlando con mi ex-compañero de trabajo Mario. Luego a casa a descansar, tarde de charla y pies en alto, cenamos pronto y a dormir lo que se pueda.



A pesar de lo NERVIOSO y TENSO que me encontraba, conseguí dormir toda la noche del tirón. Eso sí, me costó un poco coger el sueño y me desperté INQUIETO antes de que sonara la alarma. Tras el desayuno y los preparativos de rigor, nos vamos Óscar y yo para el estadio, donde ya había colas para acceder a los aparcamientos (¿arreglarán algún año el ENREVESADO sistema de acceso?). Aparcamos muy cerca del túnel sur, así que el acceso inicial fue FÁCIL y RÁPIDO. En los vestuarios, el olor INTENSO a Réflex inunda el ambiente, las caras de todos los corredores son de estar CONCENTRADOS IMPACIENTES,  todos estamos ANSIOSOS de que llegue el comienzo la prueba. Últimos saludos: Matraca, Tragabuche, Lay, Luisma, Ricardo, Antonio... Salimos a la pista, y sin que nos demos cuenta porque no escuchamos el pistoletazo, el rugido del ambiente nos avisa de que ¡LA MARATÓN YA HA EMPEZADO!




La participación record de 5.500 inscritos, aunque luego los llegados a meta fueran 4.349 (no tengo el dato de cuántos fueron no presentados y cuántos abandonos), hizo que la salida del estadio por el túnel fuera un auténtico embudo. Baste decir que necesitamos casi dos minutos en pasar por el arco, y después en el primer kilómetro tardamos 6'52". En medio de este embrollo, también nos encontramos ATASCADOS  a Silvestre y a Eugenia del Triatlón Xerez, fuimos un rato juntos soltando los nervios. A todo ésto, os preguntaréis alguno qué hacía un crack como Óscar saliendo desde tan atrás y a un ritmo tan lejos de los que él se estila en las competiciones. Pues bien, como resulta que además de un GRAN deportista es una FENOMENAL persona, decidió acompañarme durante toda la maratón, para regularme en la primera mitad y darme ánimos en los difíciles kilómetros finales. con una ayuda así un maratón es más llevadero, sin ella quizás no lo hubiera conseguido terminar o habría llegado mucho más PERJUDICADO al final. ¡Y además tuvo el detalle de regalarme una visera tricaletera!, ideal para evitar que el sudor te caiga en los ojos y darte sombra en la cara sin recalentarte la cabeza.  




Los primeros kilómetros nos lo tomamos de forma muy TRANQUILA, a más de 5'20" por la Isla de La Cartuja. Hay tiempo y kilómetros de sobra para cansarse, ahora toca entrar en calor y activar el cuerpo. Cuando volvemos a pasar por el estadio ya empezamos a subir un poco el ritmo, a la que sería la velocidad de crucero durante casi toda la carrera, entre 5' y 5'20". Trato de ir CONTROLADO, pero de vez en cuando me acelero un poco. Menos mal que tenía a Óscar al lado para tirar de las riendas: "¡Soooo!, ¡No te desboooques!" No me lo decía con esas palabras, pero ése era más o menos el mensaje. Y otra vez me relajaba un rato, y de nuevo me aceleraba, y una vez más Óscar parándome el carro. Ésa fue más o menos la película REPETIDA en sesión continua durante la primera mitad de la carrera (Concejal Jiménez Becerril, Alcalde Manuel del Valle, Carretera de Carmona, Recaredo, Luis Montoto, Buhaira, Kansas City...), en las que pude saludar entre el público a mi primo Arturo y a mi amigo Agustín, les agradezco sus ánimos porque vienen muy bien cuando empiezas a notar el cansancio.




Los primeros veinte kilómetros se me pasaron volando, no noto ningún síntoma de estar CANSADO, los únicos que dan señales de vida son los cuádriceps que empiezo a notarlos un poco duros. Llegamos al ecuador de la prueba en Montes Sierra, son los momentos en los que me veo más ANIMADO, cuando empiezo a pensar que ya es menos lo que me queda por delante que lo que ya llevo (prefiero ver el vaso medio lleno a medio vacío). Pasamos la media maratón en 1h 51' de tiempo real (1h 53' tiempo de la organización). Por el Tamarguillo sigo muy ENTERO, pero cuando entramos en el que ha sido mi barrio casi toda mi vida, Nervión, ya me empiezo a encontrar más JUSTO de fuerzas. Los muslos poco a poco los voy notando más AGARROTADOS, aún aguanto el ritmo pero los arreones ya no vuelven a aparecer. Por Eduardo Dato veo de nuevo a Agustín, y en San Francisco Javier a otro amigo, Fernando. Me animo y continúo a mi ritmo medio como buenamente puedo.



Por Bueno Monreal alcanzamos a Antonio, que iba un poco tocado, le animamos y continuamos para adelante, llegando a La Palmera poco a poco me voy notando más FLOJO, pero de momento es algo gradual y progresivo. A nuestro alrededor se comienzan a notar los efectos de la maratón, a partir del kilómetro 30 comienza a cobrarse su tributo: mucha gente anda, otros cojean, algunos parados tratando de estirar... Yo al menos aún puedo correr. Óscar ya ha cambiado su papel, como ya no necesita frenarme ahora se dedica a jalearme, me ayuda al coger y llevar el agua, me empuja la moral... Llego a los Remedios aún en un estado ACEPTABLE, capaz de correr a un ritmo parecido al que llevaba. Aquí nos encontramos con Manuel, que va ACALAMBRADO y aguanta como puede. Le animamos a que nos siga, pero prefiere seguir su ritmo.  El "tío del mazo" no ha sido capaz de dejarme sin glucógeno: el ritmo que he llevado me ha permitido tirar también de grasas, y el buen desayuno, los geles cada 8 kilómetros y las naranjas y la bebida isotónica en los avituallamientos me han ayudado también a esquivar esa sensación de encontrarte VACÍO.



Pero cuando llegamos a Triana mi verdadera maratón empieza entre el kilómetro 34 y el 35: los cuádriceps se quedan cada vez más BLOQUEADOS, los isquiotibiales y los tendones de las rodillas comienzan  a mandar los primeros avisos... Comienzo a correr por encima de 6', tras estar toda la carrera adelantando gente ahora me toca a mí ser adelantado, en muchos casos por los mismos que antes había dejado yo atrás. Cruzando el puente de Plaza de Armas veo a mi amiga María, otro empujón de ánimo para los DUROS kilómetros que me esperan. Torneo se me hace más LARGA de lo que es corriendo de esa manera. Óscar sigue dándome todo su aliento, aguanto corriendo a duras penas, un poco antes de llegar a La Barqueta vemos a Javi el amigo de Ricardo. Del arreón que le dio Óscar arrancó de nuevo y lo perdimos de vista.





Los últimos kilómetros por La Cartuja y por el Alamillo son un verdadero infierno: se me hacen ETERNOS, hay que ser GENEROSO para llamarle correr al trote cochinero cercano a la marcha que llevo. Óscar tira y tira de mí, pero yo sólo doy para casi arrastarme hasta la meta. Pasado el Km. 40, desde el parque, primero consigo ver los focos y luego la silueta del estadio. Creí que en ese momento iba a sentirme ALEGRE, CONTENTO, EMOCIONADO... Pero en realidad como me siento es ALIVIADO porque queda poco para terminar el suplicio. La cuenta atrás ha sido muy ESPACIADA, pero por fin consigo dejar el marcador a cero: entramos en el estadio, Óscar se queda unos pasos más atrás para que viva el momento SOLO. Seré SINCERO, hubiera preferido que entrásemos juntos para agradecerle toda su ayuda. Cruzo la meta (3 h 54' oficial / 3h 52' real), suspiro y me abrazo con él: ¡LO HE CONSEGUIDO!



Me voy directo a fisiología para que me desbloqueen los cuádriceps, ¡hay más de cien tickets delante mía! Como me estoy enfriando y estoy un poco DÉBIL, decido bajar a coger la bolsa, abrigarme y comer y beber un poco. En el ascensor me cruzo con Manu Olmo, que como le habían pasado un ticket a él me da el suyo, y así mi espera es de sólo la mitad. A su vez yo vi luego a Silvestre y Eugenia, y les pasé el mío. Desde luego, nadie podrá decir que en nuestro deporte no hay compañerismo... El masaje me permitió recuperarme bastante bien, luego nos fuimos a comer otra vez a Isla Mágica. Un arroz muy RICO, saludamos otra vez a muchos amigos y tras la ABURRIDA ceremonia de premios y sorteos dejé a Óscar en Santa Justa, agradeciéndole de nuevo toda su ayuda.




Luego en casa en FRÍO, ya más RELAJADO y TRANQUILO, me siento más SATISFECHO con lo que he hecho en mi debut. No estoy EUFÓRICO, ni tampoco ALUCINADO por la DISCRETA marca, pero he sido capaz de acabarla, y además sin parar de correr en ningún momento. A lo mejor habiendo entrenado un poco más la carrera o no habiendo abusado del descanso en las últimas semanas habría llegado mejor PREPARADO a los últimos kilómetros y los hubiera disfrutado más, pero tal vez hubiera tenido mayores molestias o alguna lesión que me impidiera incluso tomar la salida. El gimnasio me ha dado más dureza de piernas que nunca, antes  acababa las medias casi igual de CASTIGADO que ahora  la maratón. Gracias a la bici las rodillas han aguantado mejor que nunca, y mis muslos hacen que mi zancada sea cada vez más PROLONGADA. Y la natación me ha permitido tener un tronco más CONSISTENTE, sin sufrir problemas en la espalda ni en los abdominales como les pasa a otros corredores. Como esta maratón no es un punto y final, sino un punto y SEGUIDO para los PRÓXIMOS retos, todas esas mejoras que he logrado seguirán ayudándome. En cuanto a próximas maratones, entrenando mejor espero hacer una marca más acorde con mi estado de forma y no padecer tanto en los kilómetros finales. ¡Seguiremos intentándolo!


P.D.: Había un error en el título, tenía puesto "se me acaban los objetivos" en lugar de "los adjetivos".

domingo, 12 de febrero de 2012

TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN A LA MARATON (SEMANA 17/18)


Unos empezasteis antes, otros lo hicimos más tarde, pero al final todos nos hemos aficionado a el reto de correr. Cada uno habrá tenido sus motivaciones, pero lo que a la mayoría nos interesa mejorar con el deporte es la salud y la vida. Una vez que nos enganchamos se convierte en una adicción, si nos falta un día nos parece que nos sube la fiebre, y no será extraño que nuestra familia nos critique, nos darán la "matraca" y nos echarán en cara que sólo nos importa correr. Y es que es muy difícil compaginar nuestra afición, el querer estar siempre corriendo con el resto de facetas de nuestra vida real: trabajo, mujer, hijos... Pero nosotros no dejaremos que esto nos desanime, por algo somos tozudos y belloteros.




Al principio si nos comparamos con los más expertos pareceremos un poco patosos como pinguinos,  pero conforme en nuestros entrenamientos vayamos devorando kilómetros, vamos rompiendo nuestros límites, y correremos cada vez más y mejor. Un día, mientras vamos corriendo, nuestros pensamientos nos llevarán a un proyecto que tras rondar nuestra cabeza llevaremos a cabo: empezar a participar en las numerosas carreras populares que se organizan un fin de semana sí y otro también, un día en Dos Hermanas, otro en Jerez, en Los Palacios, en Granada, en Baza... Y a partir de ese día seremos un corredor popular más, y además de entrenar, competir se convierte en otro hábito más, echándole pelotas para aguantar el ritmo a fuego, luchando como leones, con el corazón en la boca. En ellas formamos largas filas, como si de una procesión de nazarenos se tratase, compartiendo nuestras zancadas con otros corredores.




Tras participar en estas pruebas nos damos cuenta de que no estamos solos, de que hay más como nosotros con los que podemos compartir nuestra afición, compañeros que no nos soltarán la típica gracia de que correr es cosa de cobardes. Gracias a eso, cuando nos dediquemos a correr por caminos para disfrutar de la naturaleza en estado puro si queremos no lo haremos solos, sino junto a amigos o a compañeros de club. Y con el tiempo surgirán las anécdotas, las cuales les podremos contar a nuestros nietos cuando lleguemos a abuelos. Quizás nos decidamos a apuntarlas en un diario, o crearemos un blog donde comentaremos nuestras cosas, retos, ilusiones y sueños.




No todo será siempre un camino de rosas, se alternarán las luces y las sombras, los éxitos y los fracasos, tendremos que alternar un rosario de lesiones y de progresos. Cuando nos salgan las cosas bien casi siempre, nos iremos sintiendo inmunes al dolor, luchando contra los elementos, la fatiga y el cansancio nos sentiremos cada vez más fuertes, nos embriagará la pasión por la resistencia, viéndonos capaces de no rendirnos jamás, consiguiendo fortalecer nuestro espíritu.







Tras probar con distancias más y más largas (millas, 5.000, 10.000, media maratón...) nos preguntaremos dónde se encuentra nuestro límite, y será entonces cuando aparecerá enfrente nuestra la reina de todas las carreras: LA MARATÓN. Lo que antes veíamos imposible e inalcanzable nos parece ahora un objetivo difícil pero asumible. El respeto y el temor no por ello abandonarán nuestra mente, pero sabemos que con el entrenamiento adecuado y con la correcta mentalización seremos capaces de superarlo. Durante estas semanas de preparación nos hemos animado todos mútuamente: ¡Vamos! ¡Si tu puedes, yo puedo! ¡Go, Go




Y por fin llega el día señalado: el momento de demostrar el resultado de nuestros esfuerzos y sacrificios. Los nervios y las dudas nos han atormentado en los días previos, la inquietud nos acompañará en la línea de salida, la emoción al escuchar el pistoletazo de salida nos hará arrancar a correr con ganas de comernos el mundo. La carrera se encargará poco a poco de irnos calmando, aplacará nuestras ansias e irá desgastando energías, músculos, huesos, tendones y voluntades. Hay a quien el infortunio no les ha permitido estar presentes en la salida, pero también las vicisitudes de la carrera se cobrarán otras víctimas que se quedarán en el camino, sin llegar a la meta. Aquel que logre superar esta mítica distancia, recorrerá los últimos metros embriagado por la alegría, y podrá emular al mítico Filípides gritando: ¡Nenikékamen! (¡hemos vencido!) Sí, habrá vencido a la maratón: será un campeón, se sentirá como un emperador: se convertirá en un MARATON MAN.






Vaya aquí este pequeño homenaje a todos vosotros, que habéis sido una o más veces maratonianos, o que muy pronto vais a serlo, o bien habéis luchado por ello pero aun reuniendo méritos de sobra la fortuna os ha sido esquiva. A lo largo de los últimos meses vuestra compañía, ya sea en persona o en la distancia, me ha reconfortado, servido de apoyo en los momentos difíciles, vuestros consejos me han ayudado a superar los problemas y las dudas. Si el 19 de Febrero, a las 13:XX consigo cruzar la ansiada línea de meta, parte de ese triunfo habrá sido gracias a esos apoyos y ánimos, así que un trozo bien grande de esa victoria será también vuestro.



Aunque ya sea lo de menos, por no perder la costumbre, os dejo los entrenos de ésta penúltima semana, ya en pleno tapering:



LUNES
MARTES
MIÉRCOLES
JUEVES
VIERNES
SÁBADO
DOMINGO
NATACION
BICI
DESCANSO
NATACION
GIMNASIO
BICI
CARRERA





Lunes: Otros 2.000 metros en Hytasa. Es la primera vez que entro en la piscina de día, es espectacular la iluminación con la luz del sol a través de la cristalera. Nadé muy a gusto, demasiado relajado: 43'55". Las sensaciones nadando son a veces un poco engañosas, te sientes bien no porque te encuentres en un buen momento, sino porque no te estás esforzando lo suficiente.




Martes: De nuevo por Entrenúcleos, el viento volvió a darme mucha guerra. Además noté las piernas bastante cargadas, no fui muy fino que digamos. Los 30 Km. a 25,8 Km/h, sólo un poco mejor que con el vendaval del sábado.




Miércoles: Después de dos días atrancado, decidí adelantar el día de descanso, a ver si me recuperaba un poco. Creo que fue una buena decisión, es la ventaja de ser flexible con el plan.



Jueves: 1.600 metros, incluyendo un fartlek de 2x(150/100/50) alternando series suaves y fuertes. Bastante bien, encontrándome más suelto en la parte final, y acabando con cuerpo para haber seguido. Es una sensación que me gusta, saber que puedes ir un poco más lejos.




Viernes: Realicé la sesión que me hubiera tocado el jueves, la última antes del gran día y siguiendo el estilo light de las últimas semanas. Cuádriceps - 5x20 con 6 Kg, Bíceps femoral - 5x10 con 6 Kg, Abdominales - 10x30 y 1x42. Una última serie simbólica de lo que me espera el próximo domingo.






Sábado: Vuelta a mi circuito más habitual, donde el viento se ha instalado sin ganas de irse. Esta vez un poco mejor de piernas, subiendo y rodando algo mejor, los 30 Km. a 26,9 Km/h.








Domingo: Último día de correr en serio, la semana que viene como mucho sólo un rato para activar las piernas después del masaje. Bastante bien con los ritmos, como de costumbre los primeros kilómetros (del 1 al 4) un poco acelerados (entre 4'31" y 4'41")  para entrar en calor rápido, que este viento si no me hace polvo. El resto entre 4'47" y 4'59". Al final 15 Km. en 1h 12' 15", a 4'49" de media. Evidentemente en la maratón saldré más lento, pero hay que mantener la maquinaria a punto.




Pues nada más, la próxima entrada será la que marcará el punto y seguido a esta larga etapa de preparación. Se podrá conseguir o no, pero la lucha hasta el final está garantizada. Ni el triunfo deberá nublarme la razón ni la derrota hundirme en el desánimo. El fruto podrá ser sabroso o estéril, pero después de todos los esfuerzos realizados mi cuerpo es ahora más robusto, y en las próximas metas que me proponga estará más predispuesto a soportar las cargas y las inclemencias que se presenten en el camino. Ahora vamos... ¡A POR ELLA!

lunes, 6 de febrero de 2012

CALLADITO ESTABA MAS GUAPO (SEMANA 16/18)


Soy por naturaleza un poco bocazas e imprudente, y es algo que a veces pasa factura. ¿Quén me mandaba a mí decir hace dos semanas, comentando el Duatlón de Sevilla, que "ésto no es Siberia"? Pues toma, por abrir la boca: ola de frío siberiano que te crío, con un viento gélido desagradable que te quita las ganas de salir a la calle. Y aun así he salido a entrenar (y me imagino que la mayoría también lo habéis hecho), con el riesgo de resfriado, gripe, pulmonía o de caernos de la bici, pero entre el síndrome de abstinencia, el de culpabilidad por no cumplir los entrenos y los agobios de última hora para llegar a punto a la maratón, la lucha interna entre el sofá, la manta, el batín y la calefacción contra las zapatillas, las calzonas, la bici y las calas ha sido cruenta, pero ha vencido, aunque fuera por poco tiempo, el diablillo deportivo al angelito comodón.


Este frío tan desapacible ha coincidido con la antepenúltima semana antes de la maratón, ya en clara bajada de kilómetros, con vistas a hacer desaparecer todas las molestias y sobrecargas acumuladas después de tantos entrenamientos encadenados. Así ha quedado la semana:


LUNES
MARTES
MIÉRCOLES
JUEVES
VIERNES
SÁBADO
DOMINGO
NATACION
BICI
GIMNASIO
NATACION
DESCANSO
BICI
CARRERA





Lunes: Comienza el primero de la racha de lunes descansando del futbito. En su lugar una actividad de mucho menor impacto, aproveché para irme acostumbrando a nadar distancias más largas. Al igual que el viernes anterior, 2.000 metros de una tacada, sin apretar pero a ritmo constante, cada vez se me hacen más llevaderos.



Martes: Otra vez por la zona de Entrenúcleos, en esta ocasión hice el recorrido dos veces. Noté cómo en la segunda vuelta flojeé un poco. Los 42 Km. los hice a 28 Km/h, apenas una décima más que la semana anterior, pero sobre una distancia más larga y sólo dos días después de haberme vaciado en la media de La Cartuja.  Poco antes de llegar al Km. 40, antes de que el "efecto ciudad" empezara a frenarme, la media estaba en 28'5.



Miércoles:  Nueva sesión "light": Cuádriceps - 5 x 20 con 6 Kg, Biceps femoral - 5 x 10 con 6 Kg, Abdominales - 11 x 30. Disminuí las repeticiones de biceps femoral por ligeras molestias en los tendones traseros.


Jueves: Natación por libre, de nuevo 2.000 metros del tirón. Esta vez los cronometré, fueron 42'27". Un tiempo discreto, pero sin descanso previo y sin apretar al máximo. Confío en que en el mar, con neopreno y drafting, mejoraré bastante.




Viernes: Descanso autoprescrito, con siesta regenerativa. Ideal para llegar con más energía a los entrenos del fin de semana, muy recomendable, je, je.


Sábado: A pesar del frío y del viento, salí con la bici después de comer, cuando el sol templaba un poco la tarde. A la ida bastante bien, salvo los meneos laterales que el aire le daba a la bici,  pero a la vuelta... ¡Madre mía, lo que me frenó la fría ventolera! Y encima me coincidió con las cuestas arriba. Se me hicieron muy duros los 31 Km, a 25,2 Km/h, pero en esas condiciones me conformo con no caerme ni parar. Estos entrenos duros son los que te curten y te hacen mejorar, después de esto el cuerpo se va acostumbrando a lo que le echen.



Domingo: Fui a correr al mediodía, buscando otra vez las horas de temperatura más soportable. Último entreno de 20 Km, en 1h 43' (5'08" de media). Los tres primeros en 4'50" para entrar en calor, luego la mayoría entre 5' y 5'10", excepto alguno con subidas y viento en contra.

Una semana bastante completa, en la que sólo he corrido un día para que las molestias del sóleo izquierdo vayan remitiendo. He notado un poco la mejoría, tras correr el domingo ha empeorado un poco, pero menos de lo esperado. En la penúltima semana utilizaré la misma estrategia, mi impresión de llegar en buen estado dentro de dos semanas es ahora más favorable.