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miércoles, 27 de julio de 2011

TODO ES RELATIVO (O NO), SEGUN SE MIRE...



A estas alturas de la película, si os cuento que el domingo hice 6 Km. corriendo en 39 minutos, lo normal es que la mayoría lo califiquéis como un ritmo muy discreto, propio de un trote cochinero en plan tranquilo. Pero si luego os doy como información adicional que ese entrenamiento lo hice a más de 2.000 metros de altura y con una pendiente aproximada del 5%, la cosa cambia, ¿verdad? Ya se convierte en algo más presentable, o por lo menos así lo veo yo.





Y es que, como ya dijo un tal Einstein, que fue alguien un poco más inteligente que nosotros, el tiempo, la distancia y la velocidad son conceptos relativos. Y en el deporte eso se cumple con mucha frecuencia. Hay muchísimos tipos de condicionantes que favorecen o perjudican los ritmos, y que pueden por tanto endurecer o  suavizar una competición: por ejemplo en natación las corrientes, las mareas, el oleaje, la salinidad y la temperatura del agua... En ciclismo por supuesto las pendientes y el viento, pero también la calidad y la anchura del firme, ir en grupo o en solitario... Y en carrera además de la pendiente y el viento, la temperatura, el tipo de superficie, etc.



Pues bien, si ya de por sí un triatlón olímpico y sobre todo un Medio Iron Man son pruebas duras y meritorias por las distancias a recorrer y el tiempo necesario para completarlos, en el Triatlón de Sierra Nevada, el cual se disputó su primera edición este domingo, se daban una serie de circunstancias que hicieron honor al propio título que ellos mismos se han puesto: el triatlón más duro del mundo. No sé si habrá alguno parecido o incluso peor en otro sitio, pero desde luego pocos podrán competir con éste. 



Como de momento esta prueba supera mis capacidades, decidí asistir como espectador para motivarme aún más si cabe e intentar hacerlo dentro de algunos años. No fui tan masoquista de pegarme el madrugón para ver la natación en el embalse de Canales. Peor para mí que me lo perdí, porque tuvo que ser una pasada en un entorno de tanta belleza. Si los participantes tuvieron suerte de no encontrarse el agua tan fría como se esperaban, para empezar a endurecer la prueba la T1 era al estilo del Tajoman: casi 900 metros de longitud con una pendiente del 11%. Vamos, para ir entrando en calor...



Hacia las 9 de la mañana salgo de Granada, y subiendo por la carretera me cruzo con los triatletas bajando en bici. Es emocionante verlos a toda velocidad, pero no me atrevo a animarlos desde el coche por no despistarlos, provocarles algún susto o que alguno no lo supiera interpretar y se lo tomara a mal. Además hay también ciclistas aficionados subiendo, ¡e incluso corredores! (supongo que preparando la Subida al Veleta), así que es importante estar atento a ambos lados. Aún les queda por delante el Purche, y a los del medio IM además el Duque. Y de remate, subir hasta la estación. Ya se ve venir que les espera una larga jornada por delante.


Una vez que llego a Pradollano, para hacer tiempo, ambientarme y ponerme a prueba, subo corriendo por la carretera de fuera (la que sirve para ir a las urbanizaciones y los albergues). Es una subida más larga y por lo tanto con la pendiente más suave que por dentro de la estación, y así además me evito tener que lidiar con los jueces, como nos pasa más adelante. Me encuentro muy cómodo, sabiendo regular y respirar de forma profunda para que no me falte el oxígeno, disfruto mucho ese rato y me servirá para coger más confianza en futuras pruebas.



Cuando llego a la parte de arriba y veo a un miembro de la organización, me confirma que en ese punto es por donde los triatletas enlazan con la carretera (de hecho ya había pasado el primero), y comienzo a bajar por ahí para irme cruzando con ellos y darles mi ánimo. Retomo así la figura de espectador activo que tuve en la maratón de Sevilla, es una buena manera de preparar una prueba el entrenar dentro de ella. Voy tratando de animar a todos con los que me cruzo, aunque tengo que reconocer que tampoco tengo mucho salero para éso, al menos lo intento. Mientras tanto, busco a los competidores que conozco del blog: veo así por primera vez a Alejandro-Minda (bueno, en realidad es él quien me reconoce a mí), subo un rato con él, me cuenta lo dura que ha sido la bici, pero charlar y correr cuesta arriba ya es mucho exigirme a mí mismo, no puedo aguantar mucho tiempo a su lado.


Sigo bajando, y llego al avituallamiento que hay nada más salir de la T2. En este punto me encuentro a Dani, subo otro rato con él y charlamos haciendo planes para el verano, tampoco puedo aguantar mucho rato su ritmo y él sigue subiendo solo. Hago tiempo al lado del avituallamiento, me entretengo quitando vasos y apartando cáscaras de plátano para tratar de evitar que un esguince inoportuno eche al traste el esfuerzo de los verdaderos protagonistas del día. Al poco tiempo llega Roberto, le acompaño y me cuenta lo mal que lo ha pasado en el sector ciclista. Tras acompañarlo mientras se recupera, luego él sigue subiendo, y bajo a la plaza.



Allí ya han llegado a meta los primeros del "corto", todos dicen que ha sido un recorrido durísimo pero impresionante, muy cerca suya están preparando la muy merecida comida reconstituyente que les ayudará a reponerse. Recorro entonces desde la llegada el final en sentido contrario, veo cómo la bajada serpenteando la pista del Río es muy empinada y campo a través, tipo trail. La subo andando, vuelvo a ver a Dani y lo acompaño otro poco. Él se atreve a bajar a toda pastilla, demasiado riesgo para mis tobillos, así que volvemos a separarnos.



Continuo subiendo y un poco más arriba alcanzo a Roberto. Hacemos la bajada juntos, cuando vamos a llegar a la meta me salgo del recorrido, y aun así una juez/jueza (que cada cual elija la opción que más le guste) me recrimina a mí y amonesta a Roberto por haberle acompañado. No entiendo como se puede ser tan siesa, intransigente, obtusa, incomprensiva y antipática. Me da igual lo que diga el reglamento: ¿acaso los amateurs corremos con la intención de ganar algo? Sólo queremos disfrutar haciendo deporte, no obtenemos con esto ningún beneficio, al menos para mí prima el compañerismo por encima de la competitividad. Menos mal que se quedó en un aviso, si llegan a descalificar a Roberto por mi culpa se me cae el alma a los pies.



Además de las impresiones de los corredores, de la inmensa dureza de esta espectacular prueba dan buena fe los tiempos de la clasificación. Parece casi que los del olímpico han hecho un Medio IM, y los del medio uno entero. Cuando bajo en coche a Granada a las 13:30 aún quedan ciclistas del largo subiendo, es impresionante verles retorcerse sobre la bici tratando de avanzar a duras penas por el empinado asfalto. Pero para ellos quedará el recuerdo de la proeza que han conseguido siendo los primeros en completar esta prueba, y también les doy mi más sincera enhorabuena a los que no fueron capaces de llegar a la meta, porque nada más que por la valentía de haberlo intentado sabiendo al extremadamente exigente recorrido que tenían que enfrentarse les hace merecedores del mismo respeto y admiración que a los que sí lo consiguieron.

miércoles, 20 de julio de 2011

TRI-CRONICA BIDEPORTIVA QUINCENAL: ARROZ A LAS TRES DELICIAS CON SALSA AGRIDULCE


Antes de que la vorágine laboral del mes de Julio vuelva a engullirme, aprovecho el pequeño receso de esta semana para asomar la cabeza, tomar aire y narraros las tres últimas competiciones disputadas. Ya sabéis de mi facilidad para enrollarme con sólo una, haré un esfuerzo para concentrar esta mini-trilogía sin que se os indigeste demasiado. Las comparo  con esta receta "tan pocas veces vista" en los restaurantes chinos, porque en general han estado bastante bien, aunque en todas he tenido algún motivo para imitar al juez del Mira Quien Baila, diciendo un "¡peeeero...!"




1.- I CIEN X CIEN NATACION (CADIZ). Aparecen los primeros "brotes azules".
Si a cada político que dice una chorrada se le pusiese una multa, ya habríamos acabado seguro con el déficit público, con el problema de las jubilaciones y hasta con el hambre en el Tercer Mundo. Una de las más repetidas hace unos años para hacernos creer por enésima vez que la salida de la crisis estaba a la vuelta de la esquina fueron los famosos "brotes verdes", copiados de Obama & Cía. con sus "green shots". Bueno, pues imitando un poco esa parida a mis incipientes mejoras en natación gracias a Irina y junto a Carlos les llamaré "brotes azules", por el color con el que vemos el agua, aunque en teoría sea incolora.




Tras el Desafío Doñana, que fue cuando tuve mi mejor pico de forma dentro del agua, llegué a hacer 52 segundos en 50 metros y 1' 58" en 100. Ya sé que son marcas muy del montón, pero para mí eran mi techo provisional, y cuando ahora he conseguido bajarlas a 50" y 1' 50" respectivamente me han dejado muy buen sabor de boca, aun a sabiendas de que aún son bastante discretas y manifiestamente mejorables. Gracias a esas mejoras no desentoné demasiado en esta original y novedosa prueba por relevos, disputada en la fenomenal piscina dentro del complejo deportivo de la capital gaditana: 10 calles de 50 metros, otra de 25 para calentamiento, amplio graderío...



Cada uno de los ocho equipos participantes presentó un equipo de cien nadadores muy heretogéneo en cuanto a edades y nivel de preparación, pero no en ánimos e ilusión por hacerlo bien, ya que todos teníamos la moral por las nubes. Muy bien organizada la prueba, en total nadamos 800 participantes, sin contar el calentamiento, un total de 80 km., suficiente para cruzar 5 veces el Estrecho de Gibraltar o 2 veces el Canal de la Mancha. Comenzaron los más pequeños: benjamines, alevines... Alguno lo pasó un poco mal, se le hizo demasiado largo, pero todos se sintieron campeones al llegar al final. En este primer intervalo participó mi sobrina María, con una gran mejora de su marca desde los 2' 50" hasta las 2' 26". Para el año que viene seguro que baja de los 2 minutos, y dentro de poco ya me ganará y todo, más vale que me vaya haciendo a la idea...


Luego le tocó el turno a los de las categorías superiores, y se notó que allí había mucha calidad: batidos de piernas espectaculares, cadencias de brazadas vertiginosas, tiempos muy cercanos al minuto pelado y alguno incluso por debajo... Sentí una sana envidia, daba gusto ver lo fácil que es nadar cuando se sabe hacer bien. Por último nos tocó a los seniors y a los de "relleno": padres de nadadores, invitados... Ahí entramos en acción mi hermano Mariano y yo. Él lleva únicamente dos años entrenando, pero se ha preparado a conciencia en las últimas semanas y se marcó un muy meritorio 1' 38", con tan sólo 46 segundos en el primer largo. A poco que gane un poco de resistencia, el año que viene romperá la barrera del minuto y medio sin problemas. Justo detrás suya nadé yo, cumplí a secas con las marcas que os indiqué antes, noté los brazos al final un poco agarrotados, no sé si de la tensión o del cansancio del doble entreno durante la semana.


El fin de fiesta fue una foto multitudinaria en las gradas, con posterior entrega de premios, sorteo de regalos y una consumición gratis en la magnífica Playa de la Victoria, con pic-nic y baño incluido. Al coincidir en fecha con Las Piletas decidí hacer esta prueba por compartirla con mi hermano y mi sobrina, además así el año que viene la travesía la realizaré con el cambio de estilo más consolidado. Os recomiendo a los que tengáis la ocasión participar en esta prueba, el ambiente de convivencia fue muy bonito.



2.- VI CROSS LAGOS DE COSTA BALLENA. Nuevo reencuentro, nueva mejora.


El año pasado ésta fue mi primera carrera a pie, antes sólo había hecho el Triatlón Sprint de Sevilla y el Acuatlón de Chiclana. Este año las pruebas del amplio y variado calendario deportivo roteño no son gratuitas, sino que tienen un coste cada una de 5 euros, y además se cierra la lista inscritos una semana antes. Ambas medidas hicieron que la participación bajara de forma considerable: de 246 a 88 corredores, prácticamente la tercera parte. Comprendo que la situación de crisis dificulte el mantener este tipo de pruebas gratuitas, pero prefiero que seamos más personas los que hagamos deporte y no añadir más camisetas a mi colección.




Una de las diferencias que noté fue el llegar allí y conocer a varios de los participantes gracias al blog, antes iba a las carreras sin conocer a nadie. Estaban allí José Prieto y también Matraca, junto a varios miembros de su club Rábita Ruta. También volví a coincidir con Manu Chaparro, al que conocí el año pasado dando vueltas buscando el parque y la salida. Tras un breve calentamiento y las fotos de rigor, mi fallo de casi siempre: salida escopetada. Me dejé llevar por la cabeza de carrera, cuando vi que iban a 3' 30" empecé a levantar el acelerador, aun así hice el primer kilómetro a 3' 42", mucha tela para mí.



En ese momento me adelantó Samuel, una sorpresa tanto verlo allí como el ir delante suya. Yo iba con la lengua fuera y él charlando con un amigo, ahí es donde se nota la diferencia de nivel. El resto de los kilómetros fui pagando el exceso del primero: 4' 08", 4' 13", 4' 21" y 4' 27". Aun así me salió una buena media, 4' 13", pero regulando un poco más creo que el resultado hubiera sido mejor. Con todo, fueron casi 5 minutos menos que el año pasado (desde casi 26 minutos a poco más de 21), así que la mejora fue bastante clara. Como dato significativo, creo que es la primera carrera en el que no queda por delante mío ninguna mujer, y no lo digo como algo machista, sino todo lo contrario: afortunadamente el nivel del atletismo femenino español, tanto el de élite como el popular, es cada vez más alto, así que no es precisamente fácil conseguir que no te gane ninguna.


El vencedor fue Manu Chaparro, y este año sí dan los trofeos allí mismo, en lugar de a finales de Agosto. En este detalle estoy convencido de que sí han acertado: no es lo mismo que te reconozcan tu victoria en caliente delante del resto de corredores que casi dos meses después con un público que a lo mejor no le interesan nada las carreras. Es una pena que una carrera con un recorrido tan bonito (parque muy verde, este año el lago sí tenía agua, curvas cerradas, cambios de tierra a césped y viceversa, subidas, bajadas...) haya tenido tan pobre acogida, espero que el año que viene vuelva a ser más multitudinaria.




3.- X CARRERA POPULAR PLAYA DE LA BARROSA. Vamos por buen camino.


Con esta carrera completé mi sexto doblete y cuarto de la temporada, es un buen síntoma del progreso en forma física y capacidad de recuperación. Los condicionantes previos a la salida no eran precisamente favorables para mí: carrera bastante rápida el día anterior, me acosté a las 2 de la mañana después de celebrar el santo de mi hermana y de mi sobrina y haber estado toda la tarde de preparativos, arrastraba además molestias de un tirón en el isquio izquierdo... Pero la ocasión de correr en una playa tan espectacular como la Barrosa no me la quería perder. Llegué justito de tiempo, aparqué de forma un tanto discutible, y me fui corriendo para la entrega de dorsales, con una cola que auguraba retraso en la salida. Vi que había incluso otra cola para inscripciones de última hora, unido a que era gratuita la participación fue muy abultada: 748 según la clasificación, 1.100 según megafonía. Si lo que se quiere es fomentar la vida sana y la práctica deportiva, desde luego que lo consiguieron. Por cierto, muy curioso lo de reutilizar dorsales antiguos añadiéndoles números con rotulador, le daba un toque simpático a la prueba.



Antes de la salida tuve tiempo de saludar y charlar con otro grupo de amigos bloggers: los Antonios (Mariscal y Morales) y el resto de miembros de su equipo DBM Xerez, y apenas un rato con Oscar, dentro de poco Tri-Titanero en vez de Tricaletero. En esto que la gente se coloca para la salida y me veo encerrado en la parte delantera. No me veía como para repetir el error del día de antes, así que nada más salir traté de controlarme y me dejé pasar por todo el que tuviera más prisa que yo. Los dos kilómetros de ida, con el viento a favor y tratando de esquivar los charcos que había dejado la marea, salieron bastante bien: 4' 25" y 4' 31". Tras dar la vuelta a la bandera, la vuelta con el viento en contra e intercalando arena suelta con charcos se hacen un poco más duros: 4' 40" y 4' 45". Aun así veo que estoy regulando bien, comienzo la segunda vuelta y de nuevo sube el ritmo gracias al viento, 4' 30" y 4'28". En el último tramo, a pesar del viento, seguimos bastante bien, a 4' 40" los dos kilómetros, aquí pude reconocer y saludar a Danae, os recomiendo que le echeís un vistazo a su blog, escribe muy bien y corriendo está mejorando de forma constante. Contento a medias con el tiempo, 37' 15", y a 3/4 partes con la regularidad del ritmo mantenido. La anécdota del día fue aparecer en la clasificación como chiclanero. Me gusta mucho esta localidad por ser ideal para practicar deporte, así que por lo visto han debido de nombrarme Hijo Adoptivo, ¡y yo sin enterarme!, je, je.




Tras recoger la camiseta, beber y refrescarme un poco en la ducha y saludar de nuevo a Antonio y a su hermano, decidí atreverme a ponerme a prueba: de cara a la preparación de los 30 Km. por la playa en el Desafío Doñana, completé la competición con un entrenamiento para correr 16 Km. por la playa el mismo día, aunque fuera con un descanso  intermedio. Así que ni corto ni perezoso me lancé a correr otros 8 Km., esta vez a un ritmo más tranquilo para recuperarme un poco del tute de la carrera. Hice el primero muy suave, a 5'55", y ya con las piernas calientes los tres siguientes entre 5'30" y 5'40". Media vuelta y a luchar con el viento: los tres primeros entre 6 y 6'10", el último apreté un poco y a 5'45". Contento con el rodaje porque a pesar del cansancio, el sueño y las molestias lo completé sin problemas y notando que me quedaba bastante combustible en la reserva. Para celebrarlo, tras la ducha pertinente en casa, tuve con los Rabita Ruta comida playera con todos sus avíos: sombrillas, neveras, pizzas, arroz, sangría, cerveza, mojitos... ¡sólo nos faltó la sandía! :-D  No tengo fotos del buen rato que echamos porque siempre tuve una mano ocupada con un vaso, había que rehidratarse, je, je.


En resumen, han sido tres pruebas en los que me he sentído más o menos contento con el resultado, pero mi incorformismo me hace ver que en todas ellas era posible haberlo hecho mejor todavía. Es bueno pensar así, porque la motivación de superarte a ti mismo no debe faltar jamás, y si piensas que ya no vas a poder hacerlo mejor, será más difícil que te esfuerces en los entrenamientos y en las competiciones. Que nunca falte en nuestra brújula el Citius, Altius, Fortius... y, para los que nos dedicamos a la resistencia, Longius.

sábado, 16 de julio de 2011

DEMASIADO IRON-JOB PARA TAN POCO POLLO


Doy de nuevo señales de vida por la blogesfera antes de que se os ocurra llamar a Paco Lobatón para que empiece a buscarme a ver dónde se me ha ocurrido esconderme, como Wally. Alguno a lo mejor hasta me ha echado de menos y todo, pero el deber y las circustancias mandan, y muy a mi pesar he estado dos semanas bajo mínimos cibernéticamente hablando. Ha sido un semiapagón, pero no analógico como cuando llegó la TDT, sino cronológico. Vamos, para que se me entienda, por falta de tiempo y de energía.





En una de mis primeras entradas, que es de mis favoritas, comparaba nuestras duras y largas jornadas laborales con un triatlón tipo Iron Man. Pues fusionando un poco estos dos conceptos, durante las últimas dos semanas he disputado un Iron-Job casi a diario. Es decir, que me he visto obligado a pluriemplearme por las tardes para no ahogarme más en los finales de mes que en Nochevieja con las uvas, echando por lo tanto 7 horas por la mañana en el curro de siempre, 3 o más por la tarde de trapicheo directo al bolsillo, y encima varios días he rematado la faena con entrenamiento vespertino-nocturno, llegando a casa a las tantas, cenando casi a la hora que le gusta a los Gremlins, y acostándome con el postre aún en la boca.





Evidentemente, me ha quedado poco tiempo para escribir entradas o comentarios a las vuestras. Aun así os he seguido leyendo cuando buenamente he podido, y aunque fuese a duras penas he conseguido mantenerme al día de vuestras aventuras  y novedades. Hoy me he dado un atracón, aun a sabiendas de que mañana me toca madrugar para ir a Costa Ballena, pero como los blog enganchan casi tanto como el deporte, el cuerpo me pedía una buena ración para superar el síndrome de abstinencia.





La semana que viene se presenta un poco más tranquila, así que aprovecharé para contaros las dos carreras de este finde y el relevo de natación de la semana pasada, antes de que se me olviden los detalles y se convierta en una crónica puramente cuantitativa. Simplemente haceros saber que sigo ahí, y como siempre le busco el lado positivo a todo, comentaros que en el fondo estos maratones laborales también entrenan el cuerpo y la mente, me he sentido cansado pero satisfecho de haberlos soportado bastante bien. Del mismo modo y en sentido contrario, creo que los entrenamientos deportivos me han ayudado mucho a aguantar cada día, y a recuperarme bien y descansar cada noche para el día siguiente. En este particular Tour sin bici que estoy haciendo en Julio seguramente no me merezco el maillot amarillo como en su día Induráin, Armstrong o últimamente Contador, pero sí he hecho algunos méritos para el de la combatividad que tanto se curraba el bueno de Eduardo Chozas.