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lunes, 27 de junio de 2011

INICIACION AL TRAIL EN EL BOSQUE ENCANTADO

Ya os he comentado en alguna ocasión mi predilección por la naturaleza, y muy relacionado con ella también tengo afición por la aventura. De mis preferencias por el deporte os he hablado largo y tendido en este blog, poco más me queda por añadir. Pues si en una misma prueba se combinan a la vez el deporte, la naturaleza y la aventura, evidentemente me falta tiempo para informarme y formar parte de la lista de inscritos. Llevaba ya tiempo barruntando la posibilidad de probarme en alguna competición de trail, y vi la ocasión propicia cuando conocí el Infinita Trail en el blog de Balbuej. La distancia de la modalidad Alcornok (29 Km.) era muy adecuada de cara a preparar la carrera por la playa del Desafío Doñana, y el hecho de que tuviera un nivel de dificultad medio-baja le daba el toque oportuno de ser un reto al alcance de la mano (o mejor dicho, de los pies) para atreverse con él.


Fiel a mi filosofía austera y minimalista, no me lancé como loco a adquirir toda la parafernalia de material que rodea a esta modalidad tan sui generis. El terreno y el desnivel no eran excesivamente duros, así que me atreví a encararlo con mis zapatillas normales de carrera, sin bastones ni calzado especial. Los avituallamientos eran abundantes en cuantía y no demasiado separados entre ellos, así que tampoco consideré necesario ni la mochila con el tubito ni el cinturón para los bidones, con la botellita en la mano saldría del paso como buenamente pudiera. Únicamente, merced a una circular vía e-mail de última hora, llevé en la riñonera el frontal (gentilmente prestado por mi primo Gonzalo), pilas de repuesto (del cajón multiusos de mi madre) y la única inversión realizada: un silbato de 0,75 € en la tienda de desavíos de la urbanización en la playa.


Llegué a Cortes de la Frontera con tiempo de sobra, en esta ocasión sin Pilar por la lejanía y la duración de la prueba. Aproveché para elegir la música que normalmente no puedo escuchar: me despaché a gusto tanto a la ida como a la vuelta con mis viejos vinilos pasados a CD de Loquillo, no hay que renunciar a seguir siendo joven y rebelde. Me encuentro con Antonio y su mujer Esther, tras saludarnos y quedar para después, hago la recogida de dorsal y bolsa, y aprovecho los últimos minutos para el descanso previo del guerrero en la original piscina. Para que nos fuéramos aclimatando a la prueba, hasta el césped del alrededor tenía tanta pendiente que casi hay que clavar las toallas al suelo, je, je. Luego de un par de baños intercalados de tumbing, toca cambiarse, me dirijo a la salida en el campo de fútbol, allí me reencuentro con Antonio y Esther, y también conozco a Balbuej, lo reconocí gracias a su hijo. Nos deseamos suerte, aún hace un poco de calor, y salimos a correr a las 18:00 clavadas.


Las otras tres modalidades (Graza, 13 Km., Infinita, 42 Km., e Infinita Ultra, 42 Km. más todas las vueltas que dé tiempo al anillo de 5 Km. ¡hasta las 4 de la madrugada!) salen para la derecha, hacia el Parque de Grazalema. Los de la marcha Alcornok somos los únicos en salir hacia la izquierda, adentrándonos en el Parque de Los Alcornocales. Sí, he dicho marcha: nuestra prueba está considerada como marcha no competitiva. El que quiera la puede hacer corriendo, pero no gana el que llegue el primero, sino el que más cerca se quede de la marca media de todos los participantes. Muy original, pero un poco raro, la verdad. Pronto el grupo se parte en dos, los que salen corriendo y los que van andando. Antonio y yo nos quedamos de los últimos de los corredores, ya habíamos acordado antes de salir que las prisas para la ciudad, y que hoy tocaba disfrutar del campo.


Nada más salir del pueblo en bajada, hay que vadear un río seco, lo que significa bajar y subir andando. Hasta que no llegamos a la carretera no podemos correr un rato continuado. Luego toca atravesar una finca con un terreno muy irregular, fruto del barro pisoteado por las vacas, así que otra vez andando. Después llegamos a un carril sin fuertes pendientes y con buen firme, podemos correr casi todo el tiempo por él. Afortunadamente, casi siempre estamos a la sombra, y el sol no consigue castigarnos. Llegamos al primer avituallamiento, un poco más lejos de lo indicado (Km. 9,5), en aproximadamente 1h 10'. Allí está Esther esperándonos, además de hacernos fotos nos damos un buen banquete: devoramos las naranjas, sandías e isotónicos, y repongo agua, estamos allí parados cinco minutos.


Afrontamos la parte más dura del circuito, casi siempre subiendo, en la zona más frondosa del bosque. Aquí casi no corrimos hasta llegar al segundo avituallamiento, tenemos tiempo de sobra para admirar la belleza de la zona. En todo momento te sientes en un escenario de película, detrás de cualquier árbol te imaginas que puede aparecer un elfo, un orco o un ent de El Señor de Los Anillos, cuando pasas por los helechos para nada hubiera desentonado un velociraptor de Parque Jurásico, y cuando el silencio era interrumpido por las el crujir de las hojas pisadas por cualquier animal, te acuerdas de las manadas de lobos de El Hombre y la Tierra. Pues ni por esas nos decidíamos a correr, las pendientes nos hacían echar el freno de mano, poner la reductora y meter la primera marcha. 



Salimos del bosque, el paisaje serrano se merece una foto para inmortalizarlo. Llega el momento culmen: un carril cortafuegos, con una pendiente muy pronunciada, su anchura nos despoja de la sombra protectora de los árboles (el de la foto es uno similar, para que os hagáis una idea). No queda otra que echar el cuerpo para adelante, apretar los riñones y subir con un paso lo más firme posible. Son cerca de dos kilómetros subiendo sin parar, es muy sufrido y se hace bastante cansino, no somos capaces de ir más rápido. Pasada la mitad del carril, incluso un marchador nos alcanza, es increíble el ritmo que es capaz de mantener. Llegamos al segundo avituallamiento (Km. 15) en poco más de 2 horas, nueva parada y zampamos plátanos, sandías, barritas e isotónicos como  posesos.


Tras los cinco minutos de avituallamiento a conciencia, aprovechamos la zona más cómoda del circuito: carril muy ancho, firme bastante bueno, bajada continua pero suave. Por fin podemos levar el ancla, izar las velas, y poner las calderas a toda máquina: corremos durante una hora seguida, la velocidad tampoco es excesiva, ya se nota un poco el cansancio, pero comparado con el ritmo que llevábamos nos parece un progreso considerable. Adelantamos a un corredor al que se le ha atragantado la cuesta, al marchador frenético y a un corredor con las rodillas cascadas. Después de este tramo de carrera pura, comenzamos a cruzarnos con los del Infinita y la Infinita Ultra. Se les nota en las caras y en el paso que llevan que el tramo corto no era precisamente un paseo, tenía tanto o más desnivel acumulado que el nuestro en menos de la mitad de kilómetros. Llegamos al tercer avituallamiento, que es en el mismo sitio que en el primero, llevamos poco más de 3 horas. De forma ingenua, ése era el tiempo que a priori creía que íbamos a tardar en llegar a la meta, Antonio, más prudente y realista, ya me avisó que lo normal es que lo hiciéramos por lo menos en 4 horas.


Durante la paradita de rigor, el marchador nos vuelve a alcanzar, apenas para a comer y a beber y vuelve a arrancar, ya no lo volveríamos a adelantar. También llega el corredor de las rodillas cascadas, sale a la vez que nosotros y nos adelanta en la cuesta arriba, pero nunca lo perdemos de vista del todo. El carril que a la ida habíamos bajado ahora toca subirlo, evidentemente lo hacemos andando. En este tramo nos alcanza y adelanta en un suspiro otro buen marchador, éste llevaba la camiseta de los 101 Km. de Ronda (otro reto para el futuro), se le nota la categoría y nos deja con un palmo de narices. Cuando por fin acabamos la subida, corremos otro tramo pequeño, el de la cuesta atragantada se ha recuperado y nos adelanta. Nosotros alcanzamos al corredor de las rodillas, como tampoco podemos ir demasiado rápido, hacemos grupo con él.


Atravesamos la finca irregular, y ya está comenzando a anochecer. Charlando con nuestro nuevo compañero, nos enteramos que se llama Jose Manuel, antes de correr ha sido un buen ciclista, y también debuta en el trail. Tenemos que sacar los frontales, con la oscuridad cada vez cuesta más ver las cintas de plástico (por cierto, la señalización del circuito fue muy buena, en ningún momento se tiene la sensación de poderte perder). Llegamos a la carretera casi con noche cerrada, otro poco de trote y nos toca vadear el río completamente a oscuras. Menos mal que llevábamos los frontales, y aun así fuimos muy lentos, se nos hizo interminable este tramo final hasta el pueblo, íbamos bastante más solos que los de la foto. Corremos como buenamente podemos en los últimos metros, cruzamos a la vez los tres la meta en 4h 48'.


Nuevo atracón en el avituallamiento de meta, esta vez incluyendo a la fruta y los isotónicos bocadillos de chorizo y pavo cocido que nos saben a gloria. Comentamos con la organización nuestra enhorabuena por la prueba y la señalización, aunque también le indicamos que según el GPS de Antonio al final han sido 33 Km en vez de 29. Me despido de Antonio y Esther, y de Jose Manuel, su mujer y su hija. Aún me quedan casi dos horas de coche para volver a Fuentebravía, y cuando llego a la 1 y cuarto de la madrugada asalto con nocturnidad y alevosía la nevera, la demanda de calorías aún no he sido capaz de aplacarla.




En definitiva, bonito circuito, la experiencia ha merecido la pena, seguro que repetiré en el trail, equipándome de forma debida si el recorrido y las condiciones así lo exigen. El único pero que me pongo es el haber hecho corriendo menos de la mitad del recorrido, no me sentí tan exprimido como en las medias maratones. Fue un esfuerzo físico considerable en lo extensivo (circuito de 33 Km., 2.300 metros de desnivel acumulado, casi 5 horas de competición...) pero no noté el vacío interior que te deja un esfuerzo más intensivo. Además, mi pasado como senderista me ayudó mucho a aclimatarme al estilo de la prueba. De todas formas, está bien quedarme con el sabor de boca a medias, así repetiré en el trail antes y confío entonces en ser capaz de sentirme que he ido a tope todo el rato.

viernes, 24 de junio de 2011

FIESTA INAUGURAL DEL VERANO




De sobras os es conocido que en estas fechas ha comenzado la estación de verano, marcada por el solsticio del 21 de Junio, que corresponde al día más largo y a la noche más corta, aunque la tradición popular traslade este momento a la Noche de San Juan (del 23 al 24 de Junio), la cual se celebra sobre todo en los sitios de costa mediante diversos ritos relacionados con el fuego (purificación) y el agua (limpieza y nacimiento).




Coincidiendo con dicho día, qué mejor forma de celebrarlo para los que somos deportistas que participando en una carrera, y si es cerca del mar mucho mejor todavía. Aprovechando que en Sevilla era fiesta por el  Corpus Christi, y que por lo tanto estoy de puente (¡yujuuuuuuuuuu!), me he venido estos días a la playa a Fuentebravía, y desde allí me trasladé ayer con Pilar a Rota para participar en la II edición de la Carrera Popular "Noche de San Juan", si bien la carrera fue por la tarde-noche.






Gran ambiente en la zona de salida-llegada y entrega de dorsales. Allí, además de recoger el dorsal y recibir por anticipado la camiseta (muy chula, por cierto), pudimos saludar a los corredores-blogueros que ya conocía como Matraca, Barroso y Antonio Mariscal y a otros muchos a los que aún no conocía en persona: José Prieto, Antonio Morales, Silvestre, Anibal, Rafa... Muchas fotos y charla amena, quedando poco tiempo para estirar y sin llegar a calentar corriendo.



Aunque había una buena participación para ser un día entre semana (aproximadamente 400 corredores en la carrera absoluta más una cifra similar en las inferiores), me posicioné bastante bien en la salida, y aun así el primer kilómetro fue un poco difícil correr cómodo por la estrechez de las calles. Tras rodear el faro y bajar al paseo marítimo, ya se ensanchó la calle y pude correr más suelto. El ritmo de la primera vuelta fue bastante bueno, entre 4'15" y 4'20" el kilómetro, y eso que quería reservarme un poco para la dura carrera del sábado en la sierra, la Alcornok Trail (29 kilómetros). En esta zona alcanzo a Antonio Morales, y me pegué a él, sabiendo que su ritmo es muy bueno y trato de mantenerlo.


En el paseo el sol nos da de lleno en la cara, se pasa bastante calor a pesar de lo avanzado de la hora (empezamos a correr a las 8 y media de la tarde). Me trae recuerdos esta zona del Acuatlón del año pasado, esta vez corría mucho mejor y dentro del grupo, no descolgado, y había mucho más público pendiente y animando, en vez de tener que esquivar a los que iban de paseo el año pasado sin saber que estábamos en una carrera. Subo la rampa del final del paseo sin atragantarme, completo la primera vuelta contento, pero ahí cometo un error: cojo agua para beber, me descuelgo un poco de Antonio, y me esfuerzo en alcanzarlo. Entre el frenazo para coger agua y beber, la barriga medio llena y el amago de sprint, el pesado de mi amigo el flato vuelve a hacer acto de presencia, y ya no me abandona hasta el final de la carrera.



No consigo por lo tanto alcanzar a Antonio, aunque lo mantengo a la vista. Hasta el paseo marítimo me mantengo cerca de 4' 30", pero en esa larga recta pego otro bajón, y ya me empiezo a mover por encima de 4' 40", por lo que  pierdo a Antonio de vista. Para rematar la faena, cuando volvemos a subir a la calle, en la curva me equivoco y cojo por el lado de fuera del bar, menos mal que me avisaron a voz en grito y rectifiqué a tiempo, aunque ahí perdí por lo menos 15 ó 20 segundos. Entre la rabia y que el flato remitió un poco, aceleré lo que pude en el último kilómetro, entrando aproximadamente en 38' 15", con la media clavada en 4' 30".







He notado que mis piernas están preparadas para correr más rápido, pero tengo que aprender a respirar mejor para evitar que el flato me siga lastrando. Cuando comentaba la jugada en meta con Barroso, un corredor amigo suyo me aconsejó correr más erguido, para dejar entrar mejor el aire en los pulmones. Tomo buena nota de la acertada observación, hay que retomar las abdominales, me ayudarán a llevar el tronco más recto.






En esta fiesta los ritos mencionados al principio están muy relacionados con la petición de deseos, eliminar cosas viejas, corregir defectos... Tras pasar por el fuego del sol sobre nuestras cabezas y cruzar el mal trago de agua bebida, además de desearos a todos que disfrutéis el verano, alternando el descanso de las vacaciones con el deporte (travesías a nado, carreras por la playa o nocturnas, acuatlones y triatlones...), me haré el firme propósito de aprender a respirar mejor cuando corra, es la llave para subir ese escalón que se me lleva resistiendo tanto tiempo. Por lo demás, en breve os mantendré informado de mi próxima carrera-aventura por la sierra, promete ser bonita, emocionante y sufrida.

jueves, 16 de junio de 2011

CONTRA LA SEQUIA Y EL CALOR, LLUVIA DE REFRESCANTES NUMEROS


Nueva entrega semanal por fascículos de mis otras aficiones: se me dan mejor los números que el movimiento de mis músculos, siempre he estado más cercano al típico coquito empollón, antes llevaba gafas y todo. Aunque de pequeño se me atragantaba la gimnasia, a partir de los 13 empecé a remontar, al final hasta la sacaba con nota. Del resto, en parte por tradición familiar, donde de verdad destacaba era en las asignaturas de ciencias, y entre ellas mi favorita eran las matemáticas. Con 18 llegué a concursar en unas olimpiadas matemáticas (a buen seguro, el único tipo de olimpiadas donde voy a ser parte activa), e incluso pasé a la fase nacional. 





En el deporte, tanto en los entrenos como en las competiciones, estamos continuamente rodeados de números: tiempo, distancia, velocidad, puesto en la clasificación, puntos obtenidos, calorías consumidas, potencia en watios, VO2 máximo, pulsaciones, etc. En la retahíla que os detallo aquí abajo unos os serán más conocidos por ser distancias genéricas  de las pruebas, y otros son datos míos propios, son subjetivos pero cada uno con su significado y con sus condicionantes.




- 37. Los años de éste su humilde servidor. No paro de arrepentirme de haber empezado tan tarde a competir (el año pasado), aun así espero que me queden muchos por delante. Como consuelo, siempre hay quien ha empezado más tarde: mi tío político Manolo empezó con 40 años, de éso hace más de 20 y este finde ha corrido los 100 Km. de Madrid. Y nuestro ilustre bloguero José Moratinos empezó con 58, y ahora con 66 es un ultrafondista y competidor empedernido. Además tampoco he estado hasta ahora completamente sedentario: muchos años de senderismo por las sierras de España, el Camino de Santiago (con 22 años, 737 Km. en 22 días), fútbol, tenis, padel...




- 1,75 m y 70 Kg. Mi altura y mi peso medio. Valores muy normalitos, la altura puede ser una gran ayuda en forma de zancadas amplias y brazadas de largo recorrido, pero siempre se pueden suplir con técnica, entreno y cadencia. Me llamó mucho la atención cuando vi que son unos valores muy similares a los de Javier Gómez Noya (1,76 y 68), es en lo único en lo que me parezco a él, por supuesto. Antes de empezar a entrenar en serio, hace dos años llegué a estar en 78 Kg. (hasta en éso me gana Óscar, que no hace mucho nos confesó en un comentario que llegó a 83 ;-D ) Lo importante no es sólo la cantidad, sino la composición: % de agua, grasa, músculos... Hasta que no me haga un estudio en serio, me conformo con los valores estimados de mi báscula electrónica: aproximadamente 67% de agua, 7% de grasa y 43% de masa muscular. Para los más observadores, os habréis fijado que no suma 100, sino que se pasa, y ahí se supone que no están contados los huesos. Me lo expliquen.





- 12,85. Fueron los kilómetros que recorrí en mi bautismo competitivo, con remojón incluido en el Guadalquivir, en el Triatlón Super Sprint de Sevilla en 2010 (0,35 Km. natación + 10 Km. bici + 2,5 Km. carrera). Aquella prueba fue el punto de partida de todo lo que ha venido después y de lo que quede por venir, que espero que sea mucho más todavía. El resultado cuantitativo respecto al tiempo realizado y a puesto en la clasificación fue muy, muy discreto, pero el resultado cualitativo  de transformación en mi forma de hacer deporte y plantearme la vida fue muy relevante, y ahí no sirven mucho los números para medir el cambio.



- 31. Son las competiciones en las que hasta ahora he participado: 21 carreras de entre 3 y 25 Km., 7 combinadas (1 de ellas por relevos, 3 acuatlones, 1 duatlon y 2 triatlones) y 3 travesías de natación de 1 Km. cada una). De unas habré salido más contento y satisfecho que de otras, pero en todas he disfrutado y aprendido, y la anterior siempre servirá para hacer mejor la siguiente. Además gracias a ellas os he podido conocer en persona a muchos de vosotros, antes o despues que por el blog. Para los que lleváis menos tiempo leyéndome, en el histórico podéis consultar las crónicas de la mayoría de estas pruebas, algunas de las que son anteriores al blog sólo las menciono de pasada. Y en casi todas acompañado pacientemente por mi querida esposa y fotógrafa aficionada Pilar, con madrugones y prisas incluidas.





- 25,75. El último escalón hasta ahora subido, la distancia del Triatlón Sprint (0,75 Km. natación + 20 Km. bici + 5 Km. carrera). Una etapa más superada, una menos por superar. El objetivo en lo que queda de año es mejorar la marca de tiempo, ya sea en Rota o en Chiclana. Otras posibilidades son Lebrija si al final se disputa, o Estepona si me animo a ir tan lejos (la economía, por desgracia,  manda).








- 3.000. Es la longitud en metros de la travesía de Las Piletas, el 21 de Agosto. Un reto para sacarme la espina de mi error/despiste en el Desafío Doñana, y demostrarme que a pesar de mi pequeño "atajo" de 100 ó 200 metros, esa distancia estuvo, está y estará a mi alcance. Para eso me entrené el año pasado duramente en cuanto a volumen, y este año me toca corregir y reaprender mi técnica, con vistas a mejorar en cuanto a ritmo y eficiencia.




- 51,5. El siguiente reto en triatlón para 2012: el Triatlón Olímpico completo (1,5 Km. natación + 40 Km. bici + 10 Km. carrera) Confío plenamente en tener capacidad para hacerlo, el reto está en conseguir mejorar mis ritmos medios, sobre todo llegar a la carrera a pie con fuerzas y sin flato, a diferencia de en las ocasiones anteriores. Aparte de en Sevilla, que evidentemente será la primera opción, otras posibles de forma adicional serán Posadas, Madrid, Valencia... el tiempo, el money y las circunstancias decidirán.




- 30. Kilómetros del segmento de carrera a pie por la playa del Desafío Doñana. El segundo capítulo del reto de hacerlo primero en 3 años por etapas, y al 4º hacer por completo los 200 Km. Es el gran reto del verano, poco a poco iré haciendo los entrenos por arena, el primer test en lo que respecta a fondo serán la semana que viene los 29 Km. de la Alcornok Trail, por un terreno un poco más favorable, senderos y carriles, aunque con desniveles para poner a prueba la potencia (poca) y la resistencia (algo más) adquirida.




- 39. Contando con ésta, las entradas hasta ahora escritas en el blog. He de confesar que me costó decidirme a arrancar, pensé que no sabría organizarme mi tiempo para mantenerlo activo y atenderlo como es debido, pero lejos de ser una obligación lo estoy disfrutando como lo que es: una herramienta muy útil para compartir mis experiencias y opiniones sobre el deporte y estar en contacto con tantas personas con la misma afición. Sin nuestros blogs creo que nos sentiríamos más aislados e incomprendidos rodeados de la inmensa mayoría de personas que no tienen nuestras mismas preferencias, inquietudes y aspiraciones.




- 42,195. Distancia mítica que para la mayoría de vosotros no necesita presentación. Serán aproximadamente 40.000 pasos, y casi con toda seguridad más de 210 minutos corriendo sin parar, quedan 247 días por delante para ese sueño durante muchos años tenido por inalcanzable, y ahora cada vez más cerca de enfrentarme a él cara a cara, con mucho respeto pero sin miedo, con más ganas e ilusión que dudas. Me quedan aún muchos kilómetros por correr para llegar al Km. 0 de la Maratón de Sevilla, pero todos los que ya he corrido me han servido para estar ya más cerca de ese día, esa hora y ese punto señalado: 9 horas 30 minutos del 19 de Febrero de 2012, en el Estadio Olímpico de La Cartuja.






- 525. Ésos son los comentarios a mis entradas a día de hoy. Si descuento los míos de respuesta o de agradecimiento a los seguidores registrados (he intentado responder a todos, si se me ha pasado alguno, mis más sinceras disculpas),  me salen que habéis realizado vosotros 247 comentarios. Pues os aseguro que os los agradezco 247.247.247 veces, porque esos comentarios son los que enriquecen un blog, al permitir el intercambio de opiniones, confrontar distintos puntos de vista... Es el valor añadido de la interactividad y la retroalimentación.





- 113. Un sueño un poco más lejano, pero considero que factible si mantengo mi lenta pero incesante progresión (mi gráfica se debe parecer a un puerto de montaña "tendido", tipo Sierra Nevada o Tourmalet). Esa cifra son los kilómetros de un Half Iron Man: 1,9 Km. natación + 90 Km. bici + 21,1 Km. carrera. El primer paso, que es ser capaz de recorrer las tres distancias por separado, ya está dado, ahora "sólo" falta el "pequeño" detalle de conseguir hacerlo el mismo día, de forma consecutiva, casi sin descanso y a un ritmo lo suficientemente menos lento posible para pasar las horas de corte. ¡Casi ná! A priori la fecha lógica sería en 2013, los sitios pueden ser varios: Marbella, Lisboa, Elche... ¿o también podría debutar en Sevilla si se creara aquí una prueba de Media Distancia? Ya he leído algún rumor por Internet, habrá que estar atentos por si se concreta o materializa. Otros Half, por su dureza, serían más adelante si me viese preparado para hacerlos con un mínimo de garantía (Titán, Sierra Nevada...) Para éstos ya no me atrevo a ponerme fechas.



- 40. Sois los 40 principales, pero no sois una radio musical. Sois los principales, pero no los únicos, porque afortunadamente hay otros que lo hacéis también de forma anónima, aun conociéndoos en persona o a través de Internet. Sois la razón de ser de este blog: sus seguidores, los que aguantáis leyendo las largas (aunque intento que sean amenas y entretenidas) batallitas que os cuento. Sin vosotros este blog no tendría razón de existir, hubiera tenido más significado un diario en papel dentro de un cajón. Pero no escribo sólo para mí, para que me sirva de recuerdo: este blog es público porque  me gusta compartirlo con vosotros, porque me gusta saber que estáis ahí, que tenemos mucho en común, porque me gusta contaros mis penas y alegrías del mismo modo que me gusta leer las vuestras.



- 226. ¿Llegaré alguna vez hasta aquí? Es muy, muy difícil, pero no se debe de renunciar a los sueños. Hay que seguir luchando por ellos, aun a sabiendas de que quizás no lleguemos nunca a alcanzarlos. Al igual que esa luna que anoche, eclipsada por nuestra propia sombra, cambió de color y de aspecto, nuestros sueños están siempre ahí, tan cerca y a la vez tan lejos. Como siempre os digo, por ilusión y ganas no quedará, y si algún día consigo comenzar, y (sobre todo) acabar un Iron Man (3,8 Km. natación + 180 Km. bici + 42,2 Km. carrera), todos y cada uno de vosotros seréis también Finisher y cruzaréis la meta a mi lado, ya que habréis compartido conmigo todo este camino, y vuestros ánimos y consejos me habrán ayudado a llegar a esa línea de llegada.  



- 10.000. Esta cifra ha sido la inspiración principal de esta entrada, la llegada del 5º guarismo: el número de visitas alcanzadas hoy jueves 16 entre las 6 y las 7 de la mañana. Una cifra muy especial, siento como si el blog fuese un hijo, y va creciendo tan rápido que en poco más de 6 meses ha pasado de su nacimiento/bautizo a hacer la primera comunión. No me canso de daros las gracias por vuestro interés y seguimiento, es lo que me motiva a seguir aquí al otro lado de la pantalla, narrándoos mis aventuras, anécdotas, metáforas, progresos y lo que se tercie.



Los números son muy relativos, toda cifra nos puede parecer muy grande o muy pequeña según con qué la comparemos. Las mías habrá a quien le parezcan  escasas o discretas por su mayor experiencia y nivel de forma deportiva, y a otros desde su punto de vista les parecerán meritorias. Lo importante es saber interpretar cada uno las suyas según  sus circunstancias y momento de la vida, y que sirvan de referencia para trazar el camino y tratar de seguir mejorando pero sin obsesionarse. Para nosotros el deporte no es un medio de vida, bajar nuestras marcas y subir puestos en la clasificación no nos va a dar de comer, pero sí debe servirnos para sentirnos satisfechos, disfrutar de lo que hacemos y vivir sensaciones y emociones tan positivas, saboreando el discurrir del camino de nuestra vida hasta que llegemos a nuestra última meta.

jueves, 9 de junio de 2011

EN-WII-CHADO, FORMATEO CON ACTUALIZACIÓN Y P'N'P



De vez en cuando os muestro esbozos de otros aspectos que me caracterizan más o menos ajenos al deporte. Hoy os daré a conocer mi afición por la informática en general y por los videojuegos en particular. Los que sois más o menos de mi generación os sentiréis también como una "generación puente" en lo que respecta a cómo hemos jugado cuando éramos niños: hemos pateado la calle con los tradicionales escondite, poli y ladro, bote, pollito inglés, cielo voy, canicas, trompos, elástico, cromos, etc., pero también fuimos los primeros en jugar con consolas (Atari, Spectrum, Commodore, Amstrad...), maquinitas de bolsillo (con un sólo juego cada una, eso sí), las de cinco duros (al principio en blanco y negro y sólo con botones, los colores y el joystick llegarían después)...


Este tipo de juegos con los años han evolucionado una barbaridad: de las de bolsillo hemos pasado por la Game Boy, la Nintendo DS, y la PSP, con muchísimas más aplicaciones que la de sólo jugar. Las de bares y salones de  juego han ido introduciendo un número creciente de botones, mandos más realistas como volantes, pedales, pistolas y escopetas, visión subjetiva, tres dimensiones... y en las consolas ahora se vive una auténtica revolución con los mandos virtuales, la pionera fue la Wii, le siguió Kinect, ahora va a salir la Wii U...
 

Evidentemente, a la par que se perfeccionaba el "continente", el "contenido", es decir, los juegos propiamente dichos, también han ido mejorando. Del Pong del Atari, con dos rayitas y una bola en forma de punto cuadrado, a cualquier juego de ahora va un mundo. En cuanto a juegos deportivos, también los simuladores de fútbol o cualquier otro deporte han progresado de forma exponencial, permitiendo el juego en red, la caracterización de los jugadores... A los detractores que los ven como un peligro por ser un "comecocos" de cerebros tiernos y maleables, como todo en exceso tiene su riesgo si se convierte en vicio y adicción/dependencia, pero en su justa medida, además de ayudar a desarrollar la imaginación, también estimulan los reflejos, la agilidad manual, la coordinación, la percepción espacial...



Contra la crítica de que inhiben el esfuerzo físico, no negaré que tienen su parte de razón, aunque ya con los juegos de Decathlon e Hyper Sports, con lo de correr más rápido, saltar más alto o lanzar más lejos golpeando rápidamente los botones a más de uno le salían ampollas en los dedos y agujetas en los brazos (aparte de destrozar las teclas, claro). Y con el realismo de las máquinas modernas, puedes ejercitarte en tenis, beisbol, bolos, y muchos más sin salir de casa. La semana pasada sucumbí a la tentación consumista y me compré la Wii (os presento a mi "otro-yo" en la foto, se me parece bastante, ¿verdad? :-D ) Es increíble cómo te metes dentro del juego y de la tele, el resultado está muy conseguido.



Partiendo de la base de que reconozco que me gustan estos adelantos y novelerías, se me plantean las siguientes dudas: si siguen mejorando estos juegos, ¿qué pasará en el futuro con el deporte tradicional? ¿Las personas del mañana lo harán sólo delante de una pantalla sin salir a la calle? ¿Los equipos jugarán en red y on-line, y los estadios serán una reliquia del pasado? ¿Saldrán juegos de triatlon donde nadaremos sin mojarnos ni recibir golpes y sin perjudicar nuestra piel con la sal o el cloro, montaremos en bici sin riesgo de caernos ni de luchar contra el viento, y correremos sin sufrir por los rigores del sol, la lluvia o el barro? Espero  que no se llegue nunca a ese punto: nos alejaríamos de nuestra parte física de la vida, perderíamos en autenticidad, olvidaríamos los alicientes del riesgo y de la aventura.




Así que deseando que ese día no llegue, o por lo menos no lo vea yo,  continuaré practicando deporte del de verdad, tratando también de seguir en un proceso de mejora continua. Como la disciplina donde llevo más tiempo estancado es en la natación, al igual que a quien en el colegio se le atragantaban las matemáticas o el inglés recurría a la sapiencia de un profesor particular, en mi caso he recurrido a la misma solución. Y qué mejor si la persona que te enseña y ayuda es alguien a quien ya conoces y con la que coincides con las mismas preferencias por el deporte, disfrutando con los entrenos y competiciones.




Pues sí, ayer martes tuve mi primera clase de natación con Irina, que está dispuesta a hacer de mí un nadador de provecho. Tengo que cambiar mi estilo prácticamente desde cero, lo que había aprendido y progresado hasta ahora lo había hecho como casi todo lo hago en esta vida: como Frank Sinatra, "a mi manera". Y como de esa forma heterodoxa mi avance había llegado a un callejón sin salida, es mejor borrar la pizarra, e instalar un "sistema operativo" más eficiente que gestione mejor mis recursos. El primer día ha sido más duro que el hardware de mi cabeza, mis extremidades "periféricas" se descoordinan con los nuevos drivers, tengo que ajustar las configuraciones hasta que me adapte al nuevo lenguaje de programación. Por ganas y fuerza de voluntad no va a quedar la cosa, aunque mi cabezonería en este caso va a ser un arma de doble filo, ya que corregir los movimientos erróneos interiorizados y grabados en la ROM no será tarea fácil. Espero que no se me funda la placa base, y que la Project Manager no desista por la dificultad de adaptar un software moderno a un sistema tan poco flexible y de compleja parametrización como el mío.


Como ejemplo de lo cabezota y bruto que puedo llegar a ser, para muestra un botón, o sería más preciso decir, un par de arandelas y tornillos. Más concretamente, los que le tenía que reponer en mis calas después de la globería de haberlos perdido por no repasarles el apretado de vez en cuando. Resulta que es bastante difícil encontrar los tornillos y arandelas sueltos, y cuando hoy por fin han llegado a la tienda donde los había encargado y los he recogido, cuando en mi casa me pongo manos a la obra resulta que las arandelas son más grandes que las originales, y por lo tanto no caben en su agujero. Lo correcto hubiera sido seguir buscando hasta encontrar las adecuadas, pero... ¿qué son dos insignificantes milímetros de plástico después de habernos enfrentado a tantos kilómetros de piscinas, ríos y mares nadando, y de carriles, senderos, caminos, arcenes y carreteras pedaleando y corriendo? "¡Eso no es ná!", te dices a ti mismo, convencido de que el plástico de las calas no va a ser más duro que tu insistencia.


Así que esta tarde, en lugar de un entrenamiento al uso, me he dedicado a la cutre-artesanía, y a base de papel de lija al principio, y cuando se me acabó la paciencia antes que el papel, con un cuchillo de cocina e incluso con la ayuda de un martillo (¡como en el primer juego de Mario, el Donkey Kong!), al final pude exclamar como mi admirado John McEnroe (al que únicamente me parezco en lo de ser zurdo y en mis arrebatos de genio, con la raqueta en las manos soy más torpe que Manolo Chaves cantando el Aserejé): "¡la arandela entró!" ¡A mi manera, pero entro! El P'N'P, para los menos entendidos en la materia, no ha sido esta vez "Plug and Play" (enchufar y listo), sino "Push and Press", empujar y apretar hasta que entrase como diría Del Nido, "Sí o sí". Os dejo la foto y juzguen ustedes mismos, si he conseguido que esa arandela acabe entrando ahí, ¿acaso no seré capaz de hacerme entrar a mí mismo en la línea de salida y "X" horas después en la línea de meta de cualquier prueba que me proponga y entrene debidamente? Como siempre os digo, por lo que de mí dependa no quedará la cosa.